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Monthly Archives: June 2015

Los Atributos del Creador



Los Atributos del Creador

DSC_0841-e1413891989860Rabino Nissan Ben Avraham

¿Hay cambios de humor en el Creador?

La Torá y el resto de las Sagradas Escrituras están llenas de nombres, atributos del Creador y expresiones relacionadas con Él. Comenzando por los más populares como ‘santo’, ‘misericordioso’, etc., y hasta los verbos que le describen con comportamientos humanos como el ‘ver’ y ‘escribir’, etc.

Mucho se ha escrito sobre este tema, ya en los filósofos clásicos del judaísmo y en otros libros a nivel más popular. Y precisamente por lo mucho que se ha escrito sobre estos temas muchas veces resulta difícil sacar cosas en claro.

Por una parte, los filósofos griegos llegaron a la conclusión que el Creador no puede tener cambios de humor ni mutaciones, ya que todo ello demuestra flaqueza, inestabilidad o imperfección. Y lo convierten en un ser lejano, desconectado de la creación, insensible a las oraciones de los hombres.

Por otra parte, los textos sagrados, la Torá y el Tanaj, lo describen como un ser que sí está en contacto con la Humanidad, que sí escucha las oraciones, que interviene en lo que ocurre en el Mundo. Y a simple vista, parece que estos textos inducen a pensar que el Creador tiene los mismos sentimientos que podría tener una persona humana: cólera y amor, se arrepiente y cambia de opinión. Y hay que tener en cuenta que los mismos textos sagrados afirman que Él es inmutable e inescrutable.

Dos grandes obras

Dos grandes filósofos judíos clásicos hablaron de estos temas: Yehudá Haleví y Maimónides y les dedicaron unos libros que deben estar en la biblioteca de toda casa judía, o mejor dicho, sobre su mesa en estudio continuo. El primero de ellos escribió el libro del Cuzarí y el segundo la Guía de los Descarriados o de los Perplejos.

Este último libro está dedicado casi todo a explicar sistemáticamente, precisamente, las expresiones que parecen atribuirle al Creador un comportamiento humano, o una corporeidad parecida a la de sus criaturas.

Maimónides explica en su libro, y luego declara que es uno de nuestros principios de fe, que el Creador no tiene cuerpo ni imagen corpórea, por lo que los textos que parecen asegurar lo contrario deben ser entendidos de otro modo, en otra de las acepciones de los vocablos. Por ejemplo, el verbo ‘ver’ no implica que tenga ojos, ya que puede significar ‘percepción intelectual’, al igual que un ciego ‘puede ver’, puede entender, lo que otro le explica. No se trata de darle un significado retorcido, filosófico, a las expresiones, sino sencillamente una de las acepciones del vocablo que no desmienta el principio de incorporeidad del Creador.

Pero con esto no basta, ya que, como decimos, hay verbos más difíciles de explicar, como que el Creador ‘se entristeció’ por lo ocurrido, ‘se arrepintió’ de lo que había hecho.

Cuatro grupos de atributos

En el libro del Cuzarí, divide rabí Yehudá Haleví a los atributos divinos en cuatro grupos: los atributos que llama ‘activos’ son aquellos que se refieren a la actuación divina por medio de las leyes naturales. La Naturaleza es el resultado de la creación divina, y por lo tanto sus leyes responden a su voluntad. Por medio de ellas el mundo adelanta hacia la meta que el Creador le ha impuesto. La lectura de la Torá y del Tanaj nos ayuda a reconocer la mano divina escondida tras estas leyes naturales.

El segundo grupo es el de los atributos ‘accesorios’, que en realidad son todos aquellos relacionados con los sentimientos del alma humana. Como dice el rey David en el libro de los Salmos (66:16): “os contaré lo que ha hecho a mi alma”. Como un poeta que relata sus sentimientos en palabras escogidas cuidadosamente, y que cuando el lector las lee, comprendiendo su verdadero significado, revive en su interior los mismos sentimientos que tuvo el poeta. Aquí los atributos divinos reflejan su actuación sobre nuestra alma.

En el tercer grupo habla el Cuzarí de los llamados atributos ‘negativos’. También Maimónides usa esta misma terminología, en su capítulo 58 de la Primera Parte, cuando explica que al referirse al Creador pueden usarse solo los negativos, que vienen a decir que el Creador ‘no es lo contrario de lo que digo’, pero tampoco puedo afirmar que sea lo que estoy diciendo. Ambos autores explican que al intentar dar un atributo positivo a alguien, ‘está vivo’, por ejemplo, podemos confundirnos y pensar que ‘nace, crece, se multiplica y muere’, como hacen la mayoría de los vivos, cosa que no es cierta en el Creador. Por lo tanto debe entenderse únicamente que ‘no está muerto’, con el significado de Él puede actuar, al contrario de los falsos dioses que son ‘dioses muertos’ que no actúan.

El cuarto grupo en el Cuzarí es el de los atributos que acompañan al Nombre Inefable, el Tetragrama, que implican una actuación sobrenatural, más allá de los límites que imponen las leyes de la Naturaleza. Precisamente uno de los más conocidos es el de ‘Tsevaot’, que significa ‘ejércitos’, y que se refiere a los dos ejércitos que están a sus órdenes: el ejército angelical y el de los Hijos de Israel. La primera en usar este atributo junto con el Tetragrama fue Janá, la madre del profeta Shmuel, y luego el alumno de su hijo, el rey David, lo usa mucho en los Salmos.

No podemos conocer Su esencia

Pero todos los autores judíos explican y repiten una y otra vez que todos estos atributos no implican que estemos hablando de Su esencia, que está completamente fuera del alcance de nuestro entendimiento, sino que expresan únicamente sus acciones en Este Mundo, o mejor aún, en el hombre, que desea siempre ponerse en contacto con Él. Es lo que los Sabios del Zóhar describen como ‘los vestidos’ del Creador, con los que se reviste al ponerse en contacto con nosotros: ‘como un anciano en el Tribunal, o como un joven guerrero en la batalla’. Son tan solo el modo en que nosotros podemos captar su presencia, pero no su esencia.

En el texto conocido como ‘pataj Eliyahu’, leído en muchas comunidades antes de las oraciones de la mañana y de la tarde, dice el Zóhar que el Creador ‘tiene sabiduría, pero no como la sabiduría conocida, y tiene entendimiento, pero no como el entendimiento conocido’ ya que Él está muy por encima de las capacidades humanas.

Capacidad de percepción

En realidad, dice Maimónides en el capítulo 59, mucho depende de la capacidad de percepción de las personas, ya que no es lo mismo lo que nuestro maestro Moshé, o el rey Shlomó, fueron capaces de percibir, que lo que nosotros podemos llegar a entender. Los atributos cambian según el grado de percepción de los hombres y permiten que aquellos que se esfuerzan en penetrar en el sentido más profundo de tales atributos, accedan a un mayor entendimiento de lo que Él hace, y por qué hace, cómo y cuándo, en nuestro mundo.

De todos modos, el ser humano siente una necesidad de tomar contacto con el Creador, y de dirigirse a Él, y por lo tanto necesitamos usar los atributos divinos para referirnos a Él. La cuestión es ¿cómo hacerlo? ¿Qué atributos nos está permitido usar?

Maimónides asegura, citando palabras del Talmud, que si no fuera que las alabanzas están escritas en la Torá y que los profetas las establecieron en nuestras oraciones, no podríamos siquiera mencionarlas, puesto que, como dice el versículo en los Salmos (65:2) la mayor alabanza es el silencio. Por lo tanto, la costumbre judía es limitarse a aquellos que fueron establecidos por los últimos profetas, en las oraciones tradicionales del judaísmo.

Relatar Sus alabanzas

Por otra parte, un famoso versículo del libro de Yesha’yá (Isaías 43:21) dice “Me he creado este pueblo para que relate mis alabanzas”. Las palabras proféticas deben entenderse en el sentido de que debemos reconocer la Mano del Creador en cada detalle de nuestro mundo, en nuestro planeta y fuera de él, en nuestro cuerpo y en el de los animales que conviven con nosotros, en los paisajes y en la tecnología. Debemos saber explicar con palabras comprensibles, con profusión de detalles, cómo toda esta creación proviene de la Mano Divina, cómo está todo interrelacionado y conectado con la gran meta que el Creador puso a este mundo en que vivimos. Estas son las alabanzas que deben oírse de nuestra boca incesantemente.

Segun tomado de, http://casa-anusim.org/2015/06/23/los-atributos-del-creador-nociones-sobre-judaismo/  el jueves, 25 de junio de 2015.

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Posted by on June 25, 2015 in Uncategorized

 

Poder versus Influencia

Poder versus Influencia

En la parashá de esta semana se relata un momento hermoso en el que se deja entrever la generosidad de Moshé como líder en su máxima expresión. Surge luego de uno de sus momentos de mayor desesperación. El pueblo, como de costumbre, se había estado quejando, esta vez por la comida. Aparentemente estaban cansados de la manná y, en lugar de ésta, querían comer carne. Moshé, sorprendido de que aún no hubieran aprendido a aceptar las dificultades de la libertad, pide morir. “Si a esto me destinaste,” le dice a Di-s, “ruégote me des la muerte, y si hallare favor a Tus ojos, ruégote me ahorres esta aflicción”. 1

Di-s le indica designar setenta ancianos para que lo ayuden con la carga del liderazgo. Al hacerlo, la divina presencia reposa sobre ellos. Pero también reposa sobre otros dos hombres, Eldad y Medad, quienes no formaban parte del grupo de los setenta elegidos. Evidentemente, Moshé había elegido seis hombres de cada tribu, dando un total de 72 personas, y luego removió a Eldad y a Medad al azar. A pesar de ello, ambos también fueron parte del momento de inspiración.

Ieoshua, el delegado de Moshé, vio esto como una potencial amenaza. Moshé le responde con magnanimidad espléndida diciéndole: “¿Acaso tienes celos por mí? ¡Quiera Di-s que todo el pueblo del Eterno profetizara y que Él les inspire!” 2

Esto se contrapone en gran medida con su conducta posterior, cuando su liderazgo se ve desafiado por Koraj y sus seguidores. En esa ocasión no muestra generosidad ni gentileza. Por el contrario, reza para que la tierra se abra y los trague, “que se abriera la boca del suelo para tragarlos a ellos vivos”.3 Es contundente, decisivo e implacable. ¿A qué se debe la diferencia entre Koraj por un lado, y Eldad y Medad por el otro?

Para comprender esto, resulta esencial entender la diferencia entre dos conceptos que suelen confundirse entre sí: poder e influencia. Solemos creer que son similares, por no decir idénticos. Las personas poderosas son influyentes. Las personas influyentes tienen poder. Pero esto no es necesariamente así. De hecho, son conceptos bastante distintos que operan bajo lógicas diferentes, como veremos con el siguiente ejemplo.

Imagine que tiene poder absoluto. Todo lo que diga se hace. De pronto, un día, usted decide compartir ese poder con otras nueve personas, de forma tal que ahora tiene un-decimo del poder que ostentaba antes. Ahora bien, imagine que tiene cierto grado de influencia y que decide repartirlo entre otras nueve personas, quienes ahora pasaran a ser sus “socios”. De esa forma, usted pasaría a tener diez veces más influencia que la que tenía antes, porque en vez de solo limitarse a una persona, existen otras nueve más que difunden el mismo mensaje que usted.

El poder funciona mediante la división, la influencia mediante la multiplicación. En otras palabras, el poder es una ecuación inversamente proporcional: cuanto más se comparte, menos se tiene. La influencia, por el contrario, no lo es: cuanto más se comparte, más se tiene.

Durante sus cuarenta años al frente de la nación, Moshé desempeñó dos tipos distintos de liderazgos. Por un lado fue profeta, enseñando los valores de la Torá a los Israelitas y comunicándose con Di-s. Y a su vez, se desempeñó como el equivalente a un rey, conduciendo al pueblo a lo largo de su viaje, dirigiendo su destino y satisfaciendo sus necesidades. El único liderazgo que no ostentó fue el de sumo sacerdote, el cual recayó sobre su hermano Aarón.

Podemos ver esto más adelante en el relato, cuando lo designa a Ieoshua como su sucesor. Di-s le encomienda:

“Toma a Ieoshua, hijo de Nun, un hombre dotado de espíritu, y pon tu mano sobre él… Y le conferirás tu dignidad para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezcan”. 4

Observemos los dos hechos. Primero “pon tu mano sobre él”, lo cual da origen al término semijaj por medio del cual un rabino ordena a su alumno, otorgándole la autoridad para decretar leyes conforme a su entender. Los rabinos consideraron su función como una continuidad de aquella de los profetas (“Moshé recibió la Torá en el Monte Sinaí, y la trasmitió a Ieoshua. Éste la transmitió a los ancianos del pueblo, quienes a su vez la legaron a los profetas quienes la hicieron llegar hasta los hombres de la Gran Asamblea”. 5 ) Por medio de este acto de semijaj, Moshé le trasmitió a Ieoshua su rol de profeta.

En segundo lugar, “le conferirás tu dignidad”, de forma tal que lo encaminará a cumplir su rol como rey. La palabra hebrea hod, honor, está asociada al reinado, tal como se expresa en la frase hod maljut, “la majestad real”. 6

Los reyes ostentaban el poder de conceder la vida o decretar la muerte (ver Ieoshua 1:18). Los profetas, por su parte, tenían influencia no solo durante su vida sino, en muchos casos, hasta la actualidad. Parafraseando a Kierkegaard: cuando muere un rey, su poder concluye. Cuando muere un profeta, su influencia comienza.

Ahora vemos exactamente porqué la reacción de Moshé fue tan distinta cuando se trató de Eldad y Medad, y cuando se trató de Koraj y sus seguidores. Eldad y Medad no buscaban ni recibieron ningún tipo de poder. Simplemente recibieron la misma influencia – el espíritu divino que emanaba de Moshé. Se convirtieron en profetas. Es por eso que Moshé dijo “Deseo que todo el pueblo de Di-s se convierta en profeta y que el señor haga descender su espíritu sobre ellos”. Cuando se trata de liderazgo entendido como influencia, cuanto más se comparte, más se tiene.

Koraj, o al menos algunos de sus seguidores, buscaba poder. Y en ese caso, cuando se trata de maljut, el liderazgo del poder, la norma es: “existe un líder por generación, no dos”.7 En cuanto al reinado, una puja por el poder es un intento de golpe de estado y debe ser reprimido por la fuerza. De otra forma, el resultado puede ser la división de la nación, tal como ocurrió tras la muerte del Rey Salomón. Moshé no podía permitir que el levantamiento de Koraj fuera debidamente confrontado sin que esto comprometiera radicalmente su propia autoridad.

Está claro que el judaísmo hace una distinción importante entre liderazgo entendido como influencia y liderazgo como poder. En relación al primero, plantea un apoyo incondicional, mientras que en relación al segundo se pronuncia de forma ambivalente. El Tanaj constantemente plantea la polémica respecto del uso del poder. Todo poder, según la Torá, corresponde a Di-s. La Torá reconoce la necesidad, en un mundo imperfecto, del uso de la coerción para mantener las leyes y defender el reinado. De esto se deriva la aceptación del nombramiento de reyes, conforme a la voluntad del pueblo. 8 Pero esto es sin duda un consenso y no una situación ideal. 9

El verdadero liderazgo que plantea el Tanaj y el judaísmo rabínico es aquel que deriva de la influencia, principalmente de los profetas y maestros. Ese es el reconocimiento final que la tradición le otorga a Moshé; el ser conocido como Moshé Rabeinu, Moshé nuestro maestro. Con él comienza una larga lista de referentes de la historia judía – entre ellos Ezra, Hillel, Raban Iojanan ben Zakkai, Rabi Akiva, los sabios del Talmud y los eruditos de la Edad Media – quienes representan uno de los ideales más revolucionarios del judaísmo: los maestros son héroes.

El judaísmo fue la primera civilización en predicar su propia supervivencia basada en la educación, en las casas de estudio y en el aprendizaje como experiencia religiosa aún más poderosa que el rezo. 10 El motivo de esto es que los líderes son personas capaces de movilizar a otras para que actúen de tal o cual forma. Si consiguen esto solo mediante la cohesión y el miedo, entonces reducen a las personas a simples objetos. No resulta casual que el máximo exponente de la escritura sobre liderazgo como poder haya sido Machiavello.

La otra forma de conseguirlo es involucrándose con las necesidades y las aspiraciones de las personas y enseñándoles cómo conseguirlas trabajando en equipo. Eso se consigue cuando se tiene una visión, una fortaleza de personalidad, la habilidad de articular ideas compartidas usando un lenguaje con el que las personas se puedan identificar y la habilidad para “conseguir muchos adeptos” que deseen continuar con la labor en el futuro. El poder disminuye a aquellos sobre los cuales es ejercido. La influencia y la educación elevan y engrandecen a aquellos que la reciben.

El judaísmo es una protesta constante contra lo que Hobbes denomina “la inclinación general de toda la humanidad”, conocido como “un deseo perpetuo e incansable de poder tras poder, que solo concluye con la muerte”. 11 Quizás sea esa la razón por la cual los judíos rara vez ejercieron el poder por largos periodos de tiempo, sino que han optado por influenciar al mundo sin reparar en su proporción numérica.

No todos tenemos poder; pero todos tenemos la capacidad de influenciar. Es por eso que todos podemos llegar a ser líderes. La forma más importante de liderazgo no deviene de los cargos, los títulos o las vestimentas. Tampoco viene con prestigio y poder, sino con la voluntad de trabajar con otros para conseguir aquello que solo no podríamos. Hablar, escuchar, enseñar, educar, respetar los puntos de vista de los otros incluso si se contraponen a los propios. Explicar pacientemente y con gentileza porqué creemos aquello que creemos y porqué obramos de tal o cual forma. Alentar a otros, festejar sus logros e impulsarlos a superarse. Siempre debemos elegir la influencia por sobre el poder. Eso nos ayudará a cambiar a las personas, para que sean personas dispuestas a cambiar el mundo.

Notas al Pie
1. Números 11:15.
2. Números 11:29.
3. Números 16:28–30.
4. Números 27:18–20.
5. Avot 1:1.
6. Daniel 11:21; I Crónicas 29:25.
7. Talmud, Sanhedrin 8a.
8. Deuteronomio 17:15–20; I Samuel 8.
9. Esto, por lo menos, es lo que opinan Ibn Ezra, Rabeinu Bejayei y Abarbanel.
10. Ver Talmud, Shabbat 10a.
11. Hobbes, El Leviatán, parte 1, capitulo. 11.
POR RABINO JONATHAN SACKS
El lord Rabino Jonathan Sacks fue durante más de 30 años el gran rabino de Gran Bretaña y el Commonwealth británico.
Segun tomado de, http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/2977499/jewish/Poder-versus-Influencia.htm el viernes, 19 de junio de 2015.
 
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Posted by on June 19, 2015 in Uncategorized

 

THE SECRET OF MILK AND HONEY

– See more at: http://livingwisdom.kabbalah.com/secret-milk-and-honey#sthash.t0wLIpFE.dpuf

 
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Posted by on June 16, 2015 in Uncategorized

 

Why Are the Mirrors Covered in a House of Mourning?

Why Are the Mirrors Covered in a House of Mourning

Question:

Can you shed some light on the custom of covering mirrors in a house of mourning? I was told that after the funeral of an immediate relative, we cover all mirrors in the home for the seven days of mourning. I have heard that the reason is that we are not supposed to adorn ourselves while in mourning, but I am looking for a deeper explanation.

Answer:

The Kabbalists give a more spooky reason for covering mirrors in a house of mourning. They write that all types of evil spirits and demons come to visit a family in mourning. When a soul leaves this world, it leaves a void, an emptiness that is prone to be filled by dark forces. This is because wherever there is a vacuum, negativity can creep in. And so the house of mourning, the place where the loss is felt the most, is a magnet for evil spirits.

These demons cannot be seen by the naked eye. But when looking in a mirror, you may catch a glimpse of their reflection in the background. And so we cover the mirrors in a house of mourning because we don’t want to be alarmed by seeing these demonic visitors.

Before we dismiss this idea as mythical nonsense, let’s try to understand it in terms we can relate to. Perhaps the idea of evil spirits can be interpreted on a psychological level: evil spirits can be thought of as inner demons.

The ghosts that visit a mourner are regret, guilt and anger. When people who are grieving take a hard look at themselves in the mirror, they often feel that they didn’t do enough for the departed, or that they didn’t say all they wanted to say, or that there are some loose ends, some unfinished business. Even if this is not really the case, even if they were exemplary sons or daughters, parents or spouses or siblings, our minds tend to play tricks, and we agonize over what could have been. These thoughts are the evil spirits that haunt the grieving, giving them no rest.

So we cover the mirrors. We don’t want to look at those dark figures lurking behind us in the mirror. At a time of such raw emotion, when the loss is fresh and the heart is volatile, there is no room for harsh self-judgment. If there are unresolved issues, there will be time to deal with them later. But in the week immediately following the loss, we focus on the loss itself.

The grieving process takes us on a bumpy journey of many mixed emotions. Every emotion needs its time to be felt. But in the midst of that bumpy ride, we are not in a position to judge ourselves fairly. Taking a long hard look at ourselves in the mirror is often a valuable exercise. But it has to be done when there are no ghosts lurking in the background.1

FOOTNOTES
1. R. Eliezer Chaim Deutsch, Duda’ei ha-Sadeh 78.
 
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Posted by on June 11, 2015 in Uncategorized

 

¿Está permitido experimentar con animales según el judaísmo?

¿Cuál es la opinión del judaísmo?
Pregunta:

Soy un estudiante de doctorado en biología. Trabajo principalmente en el laboratorio y en hacer investigaciones en modelos animales. Me preguntaba si, desde una perspectiva judía, está bien sacrificar animales para su investigación y fines terapéuticos.

Respuesta:

Desde la perspectiva de la Torá, no hay duda acerca de la sensibilidad necesaria en el cuidado físico, así como el bienestar psicológico de los animales. Esto lo aprendemos de (entre otros lugares en la Torá) la orden para ayudar a un burro que está sufriendo debido a colapso bajo su carga1 , como asi también la prohibición de ponerle bozal a un toro mientras ara la tierra para evitarle el sufrimiento de estar rodeado de comda y no poder comer.2
Cada creación tiene un valor intrínseco y un propósito por el cual fue creado, como el Talmud dice: “De todo lo que el Santo, Bendito sea, creó en su mundo, no ha creado ni una sola cosa sin un propósito.” 3 Y por lo tanto, tenemos prohibido destruir recursos sin ninguna razón4 . Por otro lado, la Torá concede explícitamente el dominio del hombre sobre el reino animal,5 y el hombre puede beneficiarse de los animales tanto para el trabajo como para el consumo.

Este permiso concedido al hombre quizás puede entenderse mejor observando la estructura básica de la creación. En general, la creación se puede dividir en una jerarquía de cuatro reinos: inanimado (o mineral), vegetal, animal y humano. En esta jerarquía, Di-s creó un medio natural de progresión de las formas inferiores de la creación a formas más altas, a través del consumo o la utilización de la forma más baja por la forma más elevada. Por ejemplo, las plantas crecen desde el suelo y luego son ingeridas por los animales. El animal es luego utilizado o consumido por el hombre, y elevado a un estado superior.

Esta progresión alcanza su punto máximo cuando una persona queda fuera de sí mismo en el Servicio de su Creador6 . Como el Talmud lo dijo, “Estas criaturas fueron creadas para servir al hombre y el hombre fue creado para servir a su Creador”7 .
Basándose en este principio, el Rabino Moshe Isserlis dice que cuando se trata de la curación o para otros fines benéficos, no existe una prohibición de causar dolor a los animales, (Tzaar Baalei Jaim)8 . Y añade, que incluso en los casos en que técnicamente se puede permitir causar dolor a un animal, uno debe abstenerse de causar dolores innecesarios,9 ya que actuar de una manera cruel puede tener un efecto negativo en el carácter de la persona.10

Algunos postulan que, si bien según la ley judía se puede causar dolor a los animales para la investigación científica o estudio médico,uno debería, como medida de piedad, abstenerse de hacerlo ya que esto puede causar que la persona desarrolle una naturaleza cruel.11

Sin embargo, esta posición es contrarrestada por el Rabino Yaakov Yejiel Weinberg (1885-1966) quien escribe que uno puede optar por actuar con extrema piedad sólo cuando se trate de su propio bienestar. Pero cuando la vida de otras personas están en juego, no se permite que la moral personal esté en a un nivel superior a la establecida por la ley judía. ¿Qué tipo de moralidad acepta preocuparse por el bienestar de los animales y dejar de lado a los seres humanos? Por lo tanto, incluso de acuerdo con el Rabino Moshe Isserlis, se permite experimentar con animales para el bien de los seres humanos.12

La discusión anterior sobre la piedad fuera de lugar es correcta solo con respecto a la investigación hecha en aras de la medicina o similares. Sin embargo, cuando se trata de la utilización de animales para otros fines y formas de investigación (como cosméticos), hay que tener en cuenta la advertencia del Rabino Moshe Isserlis de abstenerse de la crueldad.13 Se debe consultar con un Rabino experto en estas leyes para determinar en cada caso.

Notas al Pie
1. Exodo 23:5.
2. Deutoronomio 25:4
3. Talmud, Shabat 77b
4. Maimonides, Leyes de Reyes 6:10 basada en Deuteronomio 20:19
5. Genesis 1:26
6. Esta idea puede entenderse mejor basándose en la explicación cabalística que cada creación tiene un alma que le da un valor intrínseco. Sin embargo, esa alma es como una chispa estática, sin la capacidad, por sí sola, para avanzar en la misión de la creación a unirse con su Creador. Sólo el hombre con su alma divina tiene la capacidad, mediante la utilización de otras creaciones, para activar o encender estas chispas y reunirlas con su Fuente.
7. Talmud, Kidushin 82a
8. Código de Leyes Judío Even HaEzer 5:14; También Shulchan Aruch Harav, Choshen Mishpat,Hil. Ovrei Derachim V’Tzar Balei Chaim 4.
9. Idem
10. Terumat HaDeshen 2:105.
11. Chelkat Yaakov, Choshen Mishpat 34 .
12. Seridei Aish 3:7; tambien mencionado en Chelkat Yaakov; ibid. 35
13. Shevut Yaakov 2:100 y 3:71.
POR YEHUDA SHURPIN
El Rabino Yehuda Shurpin responde preguntas en el servicio de Chabad.org “Consulte al rabino”
Según tomado de, http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/2844961/jewish/Est-permitido-experimentar-con-animales-segn-el-judasmo.htm el domingo, 7 de junio de 2015.
 
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Posted by on June 7, 2015 in Uncategorized