
Una visión en profundidad del emperador greco-sirio en la historia de Hanukkah.
POR EL RABINO PAUL STEINBERG
En 175 a.e.c., en medio de un gran malestar sociopolítico un nuevo gobernante, Antíoco IV, ascendió al trono de Greco-Siria. Como lo hicieron muchos gobernantes, añadió el título Epífanes (“Dios Manifiesto”) a su nombre; pero mucha gente se refirió a él en cambio como Antiochus Epimames (“El loco”).
Inmediatamente después de asumir el poder, decidió perseguir la conquista de Egipto, que ningún otro rey seléucida había podido lograr. Los romanos avanzaban hacia el este expandiendo su imperio. Si Antíoco pudiera conquistar y anexar Egipto, el tamaño y el poder de su reino aumentaría considerablemente y los romanos podrían ser resistidos.
Pero antes de hacerlo, tendrá que estabilizar su propio país y consolidar el apoyo político uniendo los dispares elementos culturales, sociales y religiosos. Bajo Alejandro Magno, la helenización había sido un movimiento que todavía dejaba espacio para la diversidad cultural; bajo Antíoco, la helenización tenía la intención de dar un gran paso para convertirse en el agente del totalitarismo cultural.
La relación de Antíoco con los judíos
Los judíos observaban objetivamente la estrategia de la helenización de Antíoco. Éste comprendió que para finalmente tener éxito en Egipto, tendría que interrumpir la influencia de los judíos dentro de sus territorios. Decidió intervenir en el sacerdocio de Jerusalén reemplazando a Onías III, el último Kohen Gadol (sumo sacerdote), por el hermano de Onías, Joshua, quien era leal a los griegos. Joshua se convirtió en sumo sacerdote e inmediatamente cambió su nombre a Jason.
Hasta cierto punto, el plan de Antíoco funcionó. Jason se sometió a la voluntad del rey y ayudó a implementar la nueva doctrina totalitaria. Jerusalén se convirtió en una pequeña versión de Antioquía, repleta con un gimnasio donde los judíos Kohanim a menudo practicaban desnudos los deportes griegos. Mientras tanto, el rey Antíoco tuvo acceso al tesoro del templo para ayudarse a financiar la campaña militar con la intención de conquistar a Egipto.
Todas estas actividades alimentaron la incansable ira de los piadosos campesinos judíos, que se enfurecieron aún más cuando Antíoco permitió que Menelao, un tobiado, comprara el puesto de Kohen Gadol. Estaban indignados de que esta posición sagrada, por la que Menelao había superado a Jason, estuviera en venta. Pero para empeorar las cosas, los Tobiados ni siquiera eran descendientes de Aarón, el hermano de Moisés y el ancestro tradicional de todos los Cohanim.
Como condición para su nombramiento, Menelao había prometido que aumentaría los ingresos fiscales. Cuando no lo hizo, fue llamado a comparecer ante el rey. En su ausencia, Menalao dejó a su hermano Lisímaco como Sumo Sacerdote interino. Lisímaco aprovechó esta oportunidad para despojar al Templo de muchos de sus vasos sagrados, acción que provocó protestas y disturbios en las calles, durante los cuales los partidarios de Jasón (aun conociendo todas sus faltas) combatieron a los partidarios de Menelao.
Expansión en Oriente Medio
Mientras tanto, después de una decisiva batalla en 169-8 a.e.c., Antíoco estuvo a punto de anexar Egipto a Siria. Siin embargo, el ejército romano continuaba avanzando victorioso hacia el este. Con su mirada puesta en Egipto, Roma advirtió a Antíoco que no expandiera su reino en esa dirección. Antíoco no era lo suficiente-mente poderoso como para desafiar al poderoso Imperio Romano; y al ver frustradas sus ambiciones de conquista, se tornó más agresivo con las personas a las que ya gobernaba.
Mientras Antíoco estaba en una de sus campañas militares, Jasón había logrado recuperar Jerusalén de manos de Menelao, una victoria basada en el rumor de que Antíoco estaba muerto. Pero no pudo tomar el control del gobierno y se vio obligado a huir. Antíoco, furioso con la rebelión, regresó a Jerusalén, mató a miles de personas y reinstaló a Menelao. Una vez Antíoco partió escuchó que había estallado una segunda rebelión, entonces decidió prohibir el judaísmo. Entre las prácticas prohibidas estaban el rito de la circuncisión, el estudio de la Torá y el cumplimiento de kashrut (leyes dietéticas judías).
En el Templo Sagrado de los Judíos, colocó una estatua de Zeus, el dios que creía se manifestaba en él, y sacrificó cerdos en el altar. Despojó al templo de sus vasijas sagradas, incluyendo la menorá de oro de siete brazos, y robó las monedas de oro y plata.
Según tomado de, https://www.myjewishlearning.com/article/antiochus-the-madman/?utm_source=mjl_maropost&utm_campaign=MJL&utm_medium=email
Traducido por drigs (CEJSPR)